Dún Aonghasa Fort (Aran Island, Ireland): a Celtic fortress on the cliffs
The Celtic fort of Dún Aonghasa was builded over the highest sea cliffs in Europe. It is also home to the famous world heritage site in the Aran Island.
By E.V.Pita (2014)
Castro de Dún Aonghasa en la isla de Arán, en Irlanda: un fortín celta sobre los acantilados
El fuerte de Dún Aonghasa fue construido sobre los más altos acantilados de Europa. Es un famoso Unesco World Heritage Site en la isla de Arán. Guarda similitudes con el castro de Yecla, con las piedras hincadas para entorpecer el ataque de la caballería enemiga. En la isla hay otros tres fuertes: Dún Dúchathair (Black Fort), Dún Eoghanachta y Dún Eochla.
Por E.V.Pita (2014)
Castro de Dún Aonghasa na illa de Arán, en Irlanda: un fortín celta sobre os cantís
O forte de Dún Aonghasa foi construido sobre os máis altos cantís de Europa. É un famoso Unesco World Heritage Site na illa de Arán. O seu sistema defensivo garda similitudes co castro de Yecla, con pedras fincadas no chan para parar o ataque da cabalería inimiga. Na illa hai outros tres fuertes: Dún Dúchathair (Black Fort), Dún Eoghanachta y Dún Eochla.
ISLAND OF ARAN
La Voz de Galicia
Viernes, 5 de septiembre del 2014
Conexión isla de Arán-San Millán
La fortaleza irlandesa Dùn Aonghasa tenía defensas similares al castro ourensano
La
espectacular fortaleza prehistórica de Dùn Aonghasa, azotada por el
viento al borde de un acantilado en la isla de Arán, al oeste de
Irlanda, guarda semejanzas con el castro de San Millán, cerca de Verín,
declarado Bien de Interés Cultural. ¿En qué se parecen los dos fortines
atlánticos que coexistieron en la Edad de Hierro? La semejanza clave es
el sistema defensivo situado en el exterior de las murallas. Los
constructores de ambos recintos sembraron el campo de las llamadas
pedras fincadas, unas piedras con aristas recortadas y clavadas en el
suelo. Eran letales cuando sus enemigos lanzaban un ataque de caballería contra una fortaleza porque las monturas rompían las patas. En Galicia apenas se usó.
El
castro de San Millán, en Cualedro, es uno de los pocos ejemplos de la
cultura castrexa que cuenta con estas defensas para sus murallas, aunque
a escasos kilómetros, en el norte de Portugal, los flancos más abiertos
del fortín de Carvalhelhos también estuvieron protegidos con la
mortífera línea. San Millán,
conocido como la Cidá do Castro,
destaca por su gruesa muralla y algunos lo comparan por su diseño con el
castro de Elviña, en A Coruña.
Lo curioso es que el museo
irlandés del Dun Aengus (en inglés), cercano a Galway, ignora esta
conexión con los castros galaicos. Según explica un panel divulgativo,
la difusión de la cultura de las piedras hincadas se reduce a la franja
oeste del Atlántico. En un mapa ladeado 45 grados, los expertos
irlandeses muestran cómo las fortalezas con pedras fincadas se extienden
desde Irlanda hacia abajo, hasta la costa francesa y la meseta
castellana. En concreto, citan al yacimiento de Yecla, en Salamanca,
ocupado por los vetones, como el último reducto donde se encontraron
estas peculiares defensas.
Una visita a la isla de Arán, que está
blindada con otros tres fortines circulares de la Edad de Hierro, nos
revela más semejanzas con Galicia costera. Uno de ellos tenía dentro las
típicas pallozas redondas. Y las leiras cercanas a las playas están
protegidas con muros de piedra que recuerdan a los que cercenan en parcelas
las colinas del santuario de A Nosa Señora de A Barca, en Muxía. Y la
última conexión: un viejo chófer aranés cree reconocer en su idioma la
palabra Crunia o Clunia, el antiguo topónimo de A Coruña. «Sí, es gran
familia, clan». A otro vecino le suena más a cruinni (reunión).